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Los objetivos que queremos alcanzar son nobles y requieren de la participación de toda la sociedad. Dependemos de cada uno de los ciudadanos para la conformación de un movimiento que involucre lo mejor de cada institución: los socios, los jugadores, los técnicos, los dirigentes honestos, los periodistas comprometidos y la comunidad toda. Nuestros objetivos son: a) Luchar contra toda forma de violencia en el futbol. b) Promover acciones tendientes a evitar la corrupción en el manejo de las asociaciones civiles con equipos de fútbol profesionales. c) Promover acciones tendientes a que los clubes de fútbol, las asociaciones civiles deportivas y los clubes de barrios sean promotores del deporte como derecho social. El Movimiento Fútbol en Paz en Argentina sirve no sólo para crear conciencia en la necesidad de terminar con la violencia en las canchas, sino que también para promover acciones y proyectos que no nos empantanen sólo en un diagnóstico, sino que valgan para tomar cartas en el asunto ahora.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Balazos, golpes y barras, un cóctel cada vez mayor

Hubo ataques con armas al micro de Excursionistas, agresión de un hincha en plena cancha de Defensores de Belgrano y cruces de barras de All Boys y de River. Para los expertos, no hay proyectos de fondo contra el horror.


“Los jugadores de Excursionistas tienen miedo. Mi familia me pide que deje de dirigir y yo explico que el fútbol es mi pasión”. La voz del técnico Néstor Rapa está cargada de angustia. Él, junto a sus dirigidos, vivió en carne propia una película de terror. El sábado, volviendo de la cancha de El Porvenir, todo era silencio en el bus de Excursionistas tras la derrota. Pero lo peor llegó camino a casa: según cuentan testigos del hecho, un Volkswagen Gol negro tiroteó el micro de Excursionistas que circulaba por la Avenida Pavón, a cuadras de la cancha. Hubo gritos, tensión y un ómnibus agujereado. Triste postal de este fútbol.
La denominada violencia en el fútbol es un mal nuestro de cada día. Su estructura parece ser la misma de siempre, sólo que en este último fin de semana hubo nuevos y numerosos brotes.
De todo pasó. Si hasta la cancha de Defensores de Belgrano se convirtió el sábado en un ring, cuando el jugador Nahuel Fioretto se agarró a trompadas con un barra que había saltado el alambrado para agredir a un integrante del equipo. Curiosa situación reglamentaria: el árbitro Germán Bermúdez expulsó a Fioretto, quien se defendió de la agresión que interrumpió el partido. El club lamentó los hechos en su web oficial y habló de “errores en el armado del plantel”.
José Garriga Zucal, antropólogo y autor del libro “Haciendo amigos a las piñas”, no ve nada nuevo en estos fenómenos violentos. “El primer caso de violencia en el fútbol argentino se trató de un hincha que entró a la cancha a pegarle a un jugador, es algo primitivo”, sugiere a Clarín.
Y completa: “Lamentablemente, ya es algo común en el Ascenso que te cascoteen el micro. Y casos de tiroteos ya hubo”.
La violencia camino a las canchas parece ser tan clásica como el asado de los domingos. El domingo, cerca de Berazategui, hinchas de All Boys, que iban a Quilmes, se cruzaron con simpatizantes de River, en la autopista Buenos Aires –La Plata. Hubo pedradas y caos vehicular. “En los últimos diez años, como el estadio es un espacio militarizado, de máximo control, el foco de conflicto pasó a estar afuera”, analiza el sociólogo Santiago Uliana, quien participó del libro “Fútbol y Sociedad” (2011).
Da para todo el fútbol argentino, basta con asomarse al archivo y ver que la hinchada de Colón, luego de que su equipo perdiera con Lanús en la primera fecha del Torneo, se trenzó feo con los vecinos de Ingeniero Maschwitz ¿Qué pasó? La barra, molesta por un corte en la Panamericana de un grupo de vecinos que reclamaba por un corte de luz, comenzó a los tiros. “Todo mal, pero lo peor es que ellos nos provocaron: nos gritaban ‘aguante Boca’”, declaró un hincha.
Hechos sobran, como el ataque de barras de Huracán a los vehículos de los jugadores, y la disputa por el liderazgo de la barra de Chacarita, que llevó al presidente Héctor López a pensar en renunciar este fin de semana. En este estado de alarma se mueve la pelota. Lo sabe el abogado Juan Manuel Lugones, coordinador del Movimiento Fútbol en Paz en Argentina: “La policía y los barras van juntos de la mano a los estadios. Si hay heridos o muertos, se sueltan la mano y luego se la toman, como si nada”.
“Esto es más de lo mismo, no creo que haya más violencia que antes, pero es un milagro que no haya una muerte cada fin de semana. Hay que desaguantizar el fútbol”, expresa Garriga Zucal. Y sentencia: “No hay voluntad de terminar con esto, tampoco hay una política de prevención; sólo existe una política coyuntural, que no se junten las hinchadas en la ruta, y esas cosas, nada a largo plazo”.
Recientemente, se volvió a cambiar a la cabeza del organismo de seguridad: Eduardo Villalba, líder del Ucpevef (el organismo del Estado nacional dedicado al tema), reemplazó a Juan Carlos Blanco, que duró dos años. “La comisaría de barrio vuelve a pensar el operativo policial, pondrán más alambrados, más policias en los operativos...”, opina Uliana.Todo sigue igual.
Fuente: Clarin Nota ADRIÁN MICHELENA PRODUCCIÓN: GONZALO LIGERO

viernes, 15 de febrero de 2013

Amparo para que la Auditoría General de la Nación audite el "Fútbol para Todos". Se solicitó como medida cautelar se suspenda la transferencia de partidas a la AFA y se controlen las cuentas de los clubes.

La causa quedó radicada ante el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal Nº 6 a cargo del Dr. Enrique Lavie Pico

Juan Manuel Lugones, Coordinador del Movimiento “Futbol en Paz en Argentina” se presentó ante la Justicia Federal para solicitar por vía de amparo se arbitren los medios para que la Auditoria General de la Nación en uso de las facultades que le brinda el art. 85 de la Constitución de la Nación audite el funcionamiento del Programa “Fútbol para Todos” que funciona en la Jefatura de Gabinete de Ministros. Además solicitó se dicte una medida cautelar a fin de suspender la transferencia de partidas por el Estado Nacional por el Programa “Fútbol para Todos” que funciona en la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), hasta tanto se garantice el cumplimiento del Artículo 6 del Estatuto de dicha Asociación, y se designen a través de la Inspección General de Justicia inspectores que auditen las contabilidades de las asociaciones civiles afiliadas a la AFA.
Un programa nada transparente, que transfiere la plata de todos y que financia la corrupción en el futbol
“Para el Kirchnerismo los controles republicanos son molestos y el “Fútbol para Todos” no tiene quien lo controle. Ahora, sin demora, la Auditoria General de la Nación debe auditar como los argentinos pagamos en 3 años $ 4000 millones para ver los goles por TV.
En este festival, nadie defiende a los clubes y a los socios, que ven impotentes como a pesar de los millonarios ingresos, cada vez las instituciones son más pobres y los pasivos al rojo creciendo en forma alarmante.
La AFA socia del Gobierno Nacional mira para otro lado mientras los clubes afiliados deben la escandalosa suma de  $ 1300 millones, y malgastan la plata que reciben del “Fútbol para Todos” que pagamos todos los argentinos.
Los dirigentes del fútbol sin control del Estado son capaces de “escolasear” el futuro de las instituciones contratando jugadores que traen del exterior por millones, mientras por la otra ventanilla no le pagan los sueldos a los empleados de maestranza.
Ese despilfarro es con la plata de todos, con la que le sacamos a los hospitales, a las escuelas y a la seguridad. Y a esto hay que ponerle control y punto final"